Nina Femat
Estás muy asustada y aceleras el paso mirando de reojo a ambos lados del callejón... Sombras, murmullos, respiraciones ahogadas y un chasquido misterioso. Detrás de las ventanas intuyes varios pares de ojos abiertos de par en par. Decides que este barrio es muy peligroso así que escondes tus cuatro cabezas, enrollas tu cola, abres tus diez pares de alas y te vas volando hacia calles mejor iluminadas.