Miguel Antonio Lupián
Fantoche por naturaleza, el caradeniño se regocija representando varios personajes sin cambios de vestuario. En ocasiones es un insecto, en otras un arácnido. Grillo malvado o el resultado de cruzar cucarachas con arañas. A veces vuela en zigzag, otras se arrastra. Venenoso o inofensivo. Tierno con su carita de niño o repulsivo con su cuerpo barnizado en naranja y negro. Cuando la temporada termina, nuestro Lon Chaney autóctono se entierra en el jardín preparando el siguiente número que presentará en primavera.